Hace mucho, mucho tiempo, cuando los elefantes aún no tenían trompa, un pequeño elefante de curiosidad inagotable que se pasaba el día haciendo preguntas a todos los animales de la sabana con los que se cruzaba. Un buen se tropezó con un cocodrilo y le preguntó: «¿Cuál es tu comida favorita?». Y el cocodrilo le respondió: «Ven, acércate si de verdad quieres saberlo». Y esto lo cambió todo…