Lobito suele ver el vaso medio vacío. En cuanto se despierta, anticipa que será un mal día. Para él, el clima está nublado y las galletas no tienen suficientes chispas de chocolate. Incluso en la escuela, las cosas no van bien. Afortunadamente, no está solo. Lobito se da cuenta de que Pingüino también está pasando un mal día. Descubre que la compañía de un amigo hace que todo sea más llevadero, convirtiendo un día normalmente malo en… ¡EL MEJOR MAL DÍA DE SU VIDA!
Esta es una historia sobre cómo, cuando te sientes incomprendido, a veces todo lo que necesitas para cambiar tu perspectiva por completo es un amigo con ideas afines.