¿Tienes museos portátiles en tu biblioteca personal?

Alejandra Quiroz Hernández – 6 de julio de 2022

Especialistas en literatura y primera infancia como Yolanda Reyes y María Emilia López aseguran que los álbumes ilustrados son los primeros museos de los bebés. ¿Sabes a qué se refieren?

Generalmente, los museos son sitios donde tenemos encuentros estéticos con obras de arte. Cada uno de estos lugares se define por su colección y temática, lo cual permite que cada persona cultive sus intereses. Puede ser que seas aficionado a visitar museos de arte moderno o de artesanías. Quizá prefieras frecuentar museos dedicados a la obra de un artista en específico. Incluso es probable que seas más asidua a visitar museos de historia o geología Esta es una de las grandes riquezas de los museos: hay de todo tipo.

Las técnicas de ilustración empleadas en los álbumes ilustrados son tan vastas que se vuelven en una genial introducción a la creación artística. Por eso es frecuente encontrar talleres donde a partir de un álbum se propone una técnica plástica. Es una oportunidad fascinante para comenzar a experimentar con los propios trazos.

En los álbumes ilustrados podemos encontrar imágenes que apelan a nuestra sensibilidad. Combinadas con el texto, forman historias que nos atrapan y fascinan. Una de las razones por las que se les considera los primeros museos de los más chicos obedece a esa capacidad de abordar la sensibilidad en algunas páginas. Mirar las imágenes despierta el gozo estético que se ira perfeccionando mientras más oportunidades haya de encontrarse con las artes.

Entre las páginas de un álbum, también podemos encontrar historias que suceden dentro de museos o en torno a una obra de arte. Por ejemplo, aquí puedes ver una reproducción de la Victoria alada de Samotracia alojada en el Museo de Louvre (París, Francia) hecha por Christian Robinson, ilustrador de Antoinette.

Posiblemente no sea el centro de la historia pero que estas transcurran en sitios como museos y galerías permite comprender que son escenarios donde vivimos experiencias que nos ayudan a construir y enriquecer nuestro capital cultural. Revisa tu estantería personal para deleitarte un rato con las ilustraciones de los álbumes que tienes en casa. Quizá puedas advertir alguna técnica artística o una referencia a museos que se te había escapado.