fbpx

< Anterior          Todos          Siguiente >

El sentido del asombro

Alejandra Quiroz Hernández – 30 de abril de 2024

Cultivar el sentido del asombro en los niños es fundamental para su desarrollo integral, pues esta capacidad de maravillarse ante el mundo que les rodea es la puerta de entrada al conocimiento, la creatividad y la empatía. El asombro es esa chispa inicial que motiva a los niños a explorar, preguntar y aprender; es lo que los lleva a mirar más allá de lo obvio y a descubrir la magia en lo cotidiano. Al fomentar esta cualidad desde una edad temprana, estamos ayudando a construir bases sólidas para el pensamiento crítico y la curiosidad intelectual, elementos clave en el aprendizaje continuo y en la formación de individuos reflexivos y conscientes de su entorno.

Además, el sentido del asombro tiene un papel importante en el desarrollo emocional y social de los niños. Al experimentar la maravilla frente a la naturaleza, el arte o cualquier aspecto de su entorno, los niños aprenden a valorar y respetar el mundo que les rodea, fomentando así una actitud de cuidado y responsabilidad hacia el medio ambiente y hacia los demás. Esta capacidad de apreciación y gratitud es esencial para el desarrollo de relaciones interpersonales saludables y para la construcción de una sociedad más empática y unida.

Por lo tanto, alentar el sentido del asombro en los niños no solo enriquece su proceso de aprendizaje, sino que también contribuye a su bienestar emocional y desarrollo social. Los padres, educadores y la sociedad en su conjunto tienen un rol crucial en este proceso, ofreciendo a los niños oportunidades para explorar y descubrir, animándolos a hacer preguntas y a pensar de manera crítica y creativa. En última instancia, cultivar el asombro es preparar a los niños para enfrentar el mundo con una mente abierta, un corazón lleno de gratitud y la valentía para seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida.