Alejandra Quiroz Hernández – 4 de junio de 2024
La primera infancia es una etapa crucial en el desarrollo humano, durante la cual se establecen las bases para el aprendizaje y el crecimiento futuros. Sin embargo, los derechos culturales de los más pequeños a menudo son ignorados o limitados, especialmente en el acceso a la literatura infantil y juvenil.
Numerosos estudios han demostrado que la lectura en la primera infancia tiene un impacto significativo en el neurodesarrollo de los bebés, promoviendo habilidades cognitivas, lingüísticas y socioemocionales esenciales. Pese a esto, muchas familias desconocen estos beneficios y no integran la lectura en la rutina diaria de sus hijos. Esta falta de conocimiento contribuye a una brecha educativa que puede tener efectos duraderos en el desarrollo infantil.
Garantizar el acceso a libros y literatura en la primera infancia tiene al menos estos tres objetivos:
La lectura temprana es una inversión en el futuro de nuestros niños, y es nuestra responsabilidad como sociedad asegurarnos de que este derecho fundamental no sea ignorado ni limitado.