Alejandra Quiroz Hernández – 22 de marzo de 2017
Podemos advertir que, recientemente, las jóvenes generaciones de ilustradores optan por la ilustración digital pero son incapaces de provocar cercanía con sus obras. Émilie Vast es una ilustradora francesa cuya técnica, a pesar de ser digital, imprime calidez a las entrañables historias que concibe. Aunque no se lo propone, este recurso desafía las convenciones románticas en torno a la ilustración contemporánea.¡Un sueño hecho realidad!
Émilie en la Mediateca Chassenelle de Poitou.
En el caso de la obra de Vast, el detalle es un recurso primordial. Quizá sea esto lo que ha motivado que en Francia, su trabajo sea calificado como un mundo lleno de poesía. Aparentemente simple, su ilustración es sumamente evocadora. Es capaz de asignar singularidad a cada hoja, a cada animal. De esta manera, hace patente su amor por la naturaleza. Es, prácticamente, el hilo conductor de su obra gráfica y literaria.
Emilie ha publicado tres libros sobre plantas, específicamente botánica de Europa. El esfuerzo por familiarizar al lector con la naturaleza circundante es formidable. En cada página, dedica unos párrafos a explicar el origen de la planta en cuestión pero además ilustra la semilla, la hoja, la flor y elf ruto según sea el caso. Invita a mirar con detenimiento el entorno y advertir cual de esas plantas se cruza en nuestro camino. El título L’herbier, arbres feuillus d’Europe fue reconocido por la Feria de Boloña en el año 2010 con una mención en la categoría de no-ficción. Un reconocimiento merecido para un esfuerzo notable de propiciar encuentros cercanos con la naturaleza.
Ilustración de Émilie Vast para L’hebier, plantes sauvages des villes (MeMo, 2011)
El tiempo, los ciclos y la naturaleza son temas recurrentes en su obra y labor educativa. Suele frecuentar escuelas en Francia donde comparte técnicas de ilustración donde no pueden faltar los paisajes frondosos. En libros como Mientras te espero, por ejemplo, no solamente habla de la gestación y la expectativa que provoca, sino también de los ciclos que ocurren en simultáneo. Vast sostiene que las cosas cambian inevitablemente. La madre mira las mutaciones que ocurre en la transición entre las estaciones, el crecimiento de las ranas, el devenir de una fruta.
Por otra parte, El secreto corre el rumor de una noticia emocionante. Zorra llega con Liebre a contarle un secreto que, sin deformarse, llega hasta los oídos de Ciervo. Todos los animales acuden a celebrar el secreto en la morada de Zorra. ¿Puedes imaginar de qué se trata? Solamente anticipamos que es el fruto de lo que se denomina la dulce espera.
Escena de la obra Couac ejecutada por la compañía Succursale 101 (2015-2016)
La gráfica de Émilie llegó a los escenarios con la puesta en escena de Couac, un montaje de Angélique Friant basado en el cuento tradicional de Andersen: El patito feo. Esta deliciosa pieza mezcla la danza, el teatro de sombras, las marionetas así como recursos técnicos innovadores para deleitar a chicos y grandes. Con el material diseñado para la escenografía, Vast y Friant publicaron la versión bibliográfica en éditions MeMo. En este enlace puedes mirar un poco de la propuesta escénica de Couac.
Inspirada por las artes decorativas, Émilie ahora emprende una nueva aventura en la cerámica. Sus diseños han llegado a las vajillas, los artículos de cocina y hogar para irradiar la calidez que caracteriza sus libros. Su emprendimiento ha tenido muy buena recepción en Francia y otras partes de Europa. Además, suele participar en ferias de diseño llevando sus creaciones en papel. Se trata, sin duda, de una ilustradora que está explotando su talento.