Explorando grandes ideas a través de los álbumes ilustrados
Alejandra Quiroz Hernández – 30 de julio de 2024
La filosofía, a menudo percibida como un campo reservado para los adultos, en realidad tiene un lugar especial en el corazón de los niños. Desde una edad temprana, los niños son pequeños filósofos naturales, haciendo preguntas sobre el mundo que los rodea. Aunque puedan parecer simples, en realidad tocan algunos de los temas más complejos que los humanos han debatido durante siglos. Y aquí es donde los libros infantiles, especialmente los álbumes ilustrados, juegan un papel crucial.
¿Por qué los niños son receptivos a la filosofía?
Los niños tienen una curiosidad innata y una forma única de ver el mundo. No están limitados por las convenciones sociales ni por las expectativas adultas, lo que les permite explorar ideas filosóficas de una manera pura y sin prejuicios. Los álbumes ilustrados, con su combinación de narrativas sencillas y poderosas imágenes, son una herramienta perfecta para canalizar esta curiosidad. A través de historias cuidadosamente construidas, los niños pueden explorar conceptos como la amistad, la justicia, la verdad, el miedo y la valentía.
Por otra parte, las metáforas y alegorías son herramientas literarias que los autores de álbumes ilustrados utilizan para hacer accesibles los conceptos filosóficos. Una historia que, en la superficie, trata sobre un viaje o una aventura, puede en realidad estar explorando temas como el crecimiento personal, el enfrentamiento de los miedos o la búsqueda de la verdad. Estas narrativas, aunque sencillas, están llenas de capas de significado que pueden resonar en los niños a medida que crecen y revisitan estas historias.
Ilustración de Hanne Bartholin para Una historia sobre ti (2018) de Søren Lind.
Los álbumes ilustrados tienen la capacidad de transmitir ideas complejas de manera accesible. Una historia sobre un personaje que se enfrenta a sus miedos, por ejemplo, puede enseñar a los niños sobre la autoconfianza y la importancia de enfrentar los desafíos. Las ilustraciones, por su parte, no solo complementan la narrativa, sino que también añaden una capa adicional de significado. Los símbolos visuales pueden ayudar a los niños a entender conceptos abstractos, como la dualidad entre el bien y el mal, o la belleza de la diversidad en el mundo.
Al seleccionar nuevos títulos para la biblioteca familiar, considera que los álbumes ilustrados ofrecen una puerta de entrada al pensamiento filosófico para los niños, permitiéndoles explorar grandes ideas de manera accesible y atractiva. A través de estos libros, los niños no solo desarrollan su capacidad de reflexión, sino que también aprenden a ver el mundo de una manera más rica y matizada. Como adultos, alentar estas exploraciones y guiar a los niños en sus descubrimientos filosóficos es un regalo invaluable que puede tener un impacto duradero en su desarrollo intelectual y emocional.
